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Suplementos nutricionales inmunoestimulantes para reforzar el sistema inmunológico

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# ¿Qué son los inmunoestimulantes?

Los inmunoestimulantes, o también llamados inmunoestimuladores, son todas aquellas sustancias que estimulan la acción y las funciones del sistema inmunitario, generalmente de manera inespecífica. Esto se logra induciendo la activación o aumentando la actividad de algunos de sus aspectos.

Los inmunoestimulantes pueden ser medicamentos y sustancias aisladas, así como nutrientes de origen natural o suplementos alimenticios para el sistema inmunitario.

# Tipos de inmunoestimulantes

Se distinguen dos tipos principales de inmunoestimulantes:

  • Específicos – en este grupo se incluyen las vacunas y otros activadores de la inmunidad que contienen antígenos. Proporcionan especificidad antigénica a la respuesta inmunitaria.

  • No específicos – ejercen su efecto sin importar su especificidad antigénica, con el fin de reforzar la respuesta inmunitaria frente a un antígeno extraño o estimular componentes del sistema inmunitario sin especificidad antigénica.

Los inmunoestimulantes pueden dividirse en otros grupos más pequeños, según la especificidad de su mecanismo de acción y efecto.

Gran parte de los inmunoestimulantes aprobados, cuyo uso está respaldado por investigaciones científicas, forman parte de la red farmacéutica. Su utilización debe realizarse tras la consulta y prescripción de un especialista médico.

Existen también numerosos productos que pertenecen a la categoría de suplementos alimenticios, los cuales poseen una acción inmunoestimulante.

No cuentan con el mismo grado de respaldo científico, es decir, no se han realizado suficientes estudios clínicos orientados a comprobar su eficacia. Sin embargo, los posibles efectos adversos que pueden causar son insignificantes. Por esta razón, no están clasificados como medicamentos y pueden consumirse sin prescripción médica.

El sistema inmunitario es una estructura extremadamente compleja. En él participan numerosas células específicas y moléculas bioactivas que intervienen en una gran variedad de reacciones complejas.

Todo esto está regulado por mecanismos de control muy sofisticados. La diversidad de procesos y conexiones entre los distintos componentes de nuestro sistema inmunitario permite que pueda ser “manipulado” desde diferentes ángulos.

La ciencia ha descubierto y sigue buscando continuamente formas de influir en nuestra inmunidad utilizando diferentes sustancias. A esto se le denomina inmunomodulación – la capacidad de influir en la inmunidad, ya sea potenciándola en una dirección determinada o suprimiéndola.

# Inmunoestimulantes según su origen y acción

La ciencia reconoce numerosas grupos de inmunoestimulantes clasificados según su origen y mecanismo de acción.

Los principales grupos de inmunoestimulantes son:

  • Citoquinas – pequeñas proteínas bioactivas que sirven como señales durante la respuesta inmunitaria. Regulan la inflamación y permiten la comunicación entre las diferentes poblaciones de células inmunitarias. Se dividen en interleucinas e interferones. Los interferones son proteínas sintetizadas por las células inmunitarias en respuesta al contacto con un agente viral, y poseen acción antiinflamatoria, antiviral e inmunomoduladora.

  • Vacunas – pueden ser vivas, inactivadas o recombinantes (que contienen solo una parte del microorganismo patógeno).

  • Inmunoestimulantes de origen bacteriano – por ejemplo, lipopolisacáridos de la pared bacteriana que estimulan la reacción de las células inmunitarias y conducen al reconocimiento del antígeno correspondiente (bacteria) y a la respuesta adecuada. También se utilizan toxinas bacterianas o bacterias enteras inactivadas.

  • Inmunoestimulantes de origen o génesis viral – interferones, análogos de ADN/ARN viral, fragmentos virales sin código genético o partículas virales completas inactivadas.

  • Inmunoestimulantes de origen fúngico – betaglucanos. Son polisacáridos aislados de la pared celular de los hongos. Pueden formar parte tanto de suplementos como de preparados farmacéuticos.

  • Inmunoestimulantes sintéticos

  • Anticuerpos monoclonales

  • Inmunoestimulantes de orientación nutricional – son sustancias del grupo de las vitaminas y minerales, como las vitaminas C, D y el zinc. Cuando se consumen en forma de suplemento alimenticio, tienen un efecto inmunoestimulante pronunciado.

  • Inmunoestimulantes herbales y adaptógenos – equinácea, astrágalo, ginseng, ashwagandha, romero, jengibre y muchos otros.

Para el equipo de VitaOn, las fuentes naturales de nutrientes y sustancias curativas ocupan un lugar de honor. Creemos en el poder de los ingredientes naturales y en el mantenimiento de una buena salud basada en una alimentación equilibrada, una actividad física adecuada y el apoyo mediante suplementos alimenticios que no son más que fuerza natural concentrada. Sin sustancias artificiales de efecto dudoso.

# Inmunoestimulantes de orientación nutricional

Los inmunoestimulantes nutricionales que consumimos con los alimentos son muy importantes para nuestro organismo. Esto se debe a que muchos de ellos son sustancias esenciales para el cuerpo, concretamentе vitaminas y minerales. No pueden sintetizarse en nuestro organismo, por lo que es fundamental ingerir cantidades adecuadas de ellos.

El papel de estas sustancias es controlar y apoyar el proceso de síntesis de células inmunitarias y participar en las reacciones relacionadas de una u otra forma con la respuesta inmunitaria.

Ejemplos de vitaminas y minerales importantes para la inmunidad son:

  • Vitamina A

  • Vitamina C

  • Vitamina D3

  • Zinc

  • Selenio y otros.

Participan tanto en reacciones específicas relacionadas con la inmunidad, como actuando como antioxidantes.

La dieta del ser humano moderno es muy variada en cuanto a las características de sabor de los alimentos. Lamentablemente, en la mayoría de los casos esto no se aplica a su calidad nutricional.

Actualmente, se consumen cada vez más alimentos ultraprocesados, pobres en micronutrientes. Por ello, en caso de disminución de la inmunidad y frecuentes resfriados u otras infecciones comunes, primero debemos asegurar al organismo un aporte suficiente de sustancias esenciales.

En situaciones agudas, se obtiene un efecto mucho más perceptible mediante la ingesta de vitaminas y minerales esenciales responsables de la inmunidad en forma concentrada, es decir, en forma de suplemento alimenticio. De esta manera, nuestro cuerpo recibe rápidamente cantidades adecuadas en una forma fácilmente absorbible.

# Inmunoestimulantes de origen fúngico

Otras sustancias que no son esenciales pero tienen una fuerte influencia sobre la inmunidad son los betaglucanos.

Se trata de fibras solubles que se encuentran en las paredes celulares de los hongos y de algunas plantas. Tienen un efecto estimulante sobre el sistema inmunitario y ayudan en la lucha contra los microorganismos patógenos. Son abundantes en la avena y el centeno.

# Probióticos

Los probióticos son otro ejemplo de inmunoestimulantes que consumimos con los alimentos. Representan diferentes cepas y tipos de bacterias ácido-lácticas beneficiosas que colonizan la mucosa intestinal. Previenen el aparato digestivo de la invasión de bacterias patógenas y mantienen el inmunidad local.

Un hecho interesante es que nuestros intestinos tienen su propio sistema inmunitario autónomo. Lógicamente, esto no debería sorprendernos: al fin y al cabo, el sistema digestivo es la primera barrera ante el mundo exterior y los factores dañinos que ingerimos sin querer.

Los probióticos están en simbiosis con nuestro organismo, y especialmente con nuestros intestinos. Garantizan la salud del sistema inmunitario intestinal, que está estrechamente relacionada con la salud de todo nuestro cuerpo.

Fuentes naturales de probióticos son el yogur búlgaro, el kéfir y el chucrut. Cuando se consume comida dañina y monótona, medicamentos, antibióticos o tras haber pasado infecciones, el equilibrio de la flora intestinal se altera. Para su rápida recuperación, recomendamos el uso de formas concentradas liofilizadas de probióticos, como Probiotic Blend.

Un dato interesante sobre los probióticos es que, además de favorecer la digestión y nuestro sistema inmunitario, también tienen un efecto antialérgico.

# Antioxidantes

Los antioxidantes son otro tipo de inmunoestimulante inespecífico, que obtenemos a través de los alimentos. Son sustancias que tienen la capacidad de combatir y neutralizar los radicales libres.

Los radicales libres, en altas concentraciones, conducen al estrés oxidativo. Este es perjudicial para nuestra salud, ya que provoca daños celulares, altera la homeostasis y desencadena reacciones inflamatorias.

Esto también provoca alteraciones en nuestra inmunidad, que puede volverse demasiado débil o hiperreactiva. Precisamente se considera que el estrés oxidativo es responsable del desarrollo de enfermedades autoinmunes, en las cuales nuestro sistema inmunitario ataca las propias células y tejidos del cuerpo.

El consumo de frutas y verduras frescas nos proporciona una variedad de antioxidantes. En caso de necesidad, para su comodidad, también puede tomar extractos herbales y vegetales en forma de suplementos alimenticios, que le ayudarán en la lucha contra el estrés oxidativo.

# Inmunoestimulantes herbales y adaptógenos

Además de los inmunoestimulantes que podemos obtener de los alimentos, existen otras fuentes de sustancias con acción inmunoestimulante o moduladora, que son las hierbas. Pueden consumirse en forma de tés e infusiones, tinturas o extractos secos.

Son ricas en numerosas sustancias bioactivas que se cree que tienen efecto sobre la inmunidad. Las propiedades de algunas de ellas están demostradas y respaldadas por la ciencia, mientras que otras son solo hipotéticas o se encuentran en proceso de estudio clínico.

Los diferentes compuestos químicos presentes en la composición de las plantas contribuyen a nuestra salud y, en particular, al fortalecimiento del sistema inmunitario a través de diversos mecanismos.

# ¿Cuáles son las funciones de los inmunoestimulantes en el cuerpo?

Los inmunoestimulantes tienen diversas funciones:

  • Activación de las células inmunitarias – algunas hierbas estimulan la actividad de las células que forman parte de nuestras defensas inmunitarias, como los macrófagos, las células NK y los linfocitos T. Esto conduce a un mejor reconocimiento y ataque directo de los patógenos.

  • Modulación de las citoquinas – los extractos herbales pueden influir en la síntesis y liberación de citoquinas, que son moléculas señalizadoras responsables de la respuesta inmunitaria. Esta modulación puede conducir a un sistema inmunitario más equilibrado y coordinado.

  • Propiedades antioxidantes – muchas hierbas poseen una enorme variedad de sustancias de naturaleza antioxidante. Neutralizan los radicales libres y reducen el estrés oxidativo, contribuyendo así a un sistema inmunitario más saludable.

  • Estimulan la fagocitosis – la fagocitosis es el proceso mediante el cual se engullen y descomponen las partículas patógenas. Es realizada por células llamadas fagocitos. De esta manera, se refuerza la capacidad del sistema inmunitario para eliminar microorganismos ajenos al cuerpo.

  • Propiedades adaptógenas – algunas especies vegetales son conocidas como adaptógenos. Ayudan al cuerpo a adaptarse a los factores de estrés. El estrés crónico está relacionado con niveles elevados de glucocorticoides (especialmente cortisol), lo que puede llevar a una disminución de la inmunidad. Las hierbas adaptógenas pueden mejorar y equilibrar indirectamente las funciones de nuestro sistema inmunitario al ayudar a reducir los daños del estrés excesivo.

  • Propiedades antiinflamatorias – la inflamación crónica inevitablemente conduce a graves alteraciones en las funciones del sistema inmunitario. Las hierbas con cualidades antiinflamatorias pueden ayudar a lograr un sistema inmunitario equilibrado.

Existen muchos mecanismos mediante los cuales las plantas pueden optimizar nuestra salud general, a través de un sistema inmunitario más fuerte y eficiente. Teniendo esto en cuenta, podemos concluir que cada hierba, de una u otra forma, puede ayudarnos a construir una mejor inmunidad.

La razón de esto radica en el rico perfil bioquímico de las plantas. Contienen una amplia gama de compuestos fenólicos, algunos con efectos más generales y otros más específicos.

Los inmunoestimulantes naturales tienen un campo de acción más amplio en comparación con los fármacos. Siempre combinan diferentes propiedades, lo que les permite actuar de forma holística sobre la salud general del organismo.

# Cuándo es necesario tomar inmunoestimulantes

El consumo de sustancias y extractos herbales con efecto inmunoestimulante puede realizarse de forma preventiva.

Los periodos más adecuados para el uso de estos suplementos alimenticios son las estaciones de primavera y otoño, cuando el cuerpo es más sensible a los cambios de las condiciones climáticas y existe una mayor predisposición a las infecciones.

Los inmunoestimulantes son apropiados para personas con inmunidad reducida, lo que puede ser consecuencia de diferentes causas. Personas que padecen infecciones frecuentes, una recuperación lenta o complicaciones repetidas derivadas de resfriados comunes.

Las intervenciones quirúrgicas próximas o los periodos posteriores a ellas también son momentos apropiados para el consumo de sustancias que estimulan la inmunidad.

Existen personas que, por diversas razones, sufren de deficiencia inmunitaria crónica. Para ellas, el uso de inmunoestimulantes puede resultar fundamental. Entre ellas se incluyen personas que han sido sometidas a la extirpación de partes del intestino, personas con enfermedades sistémicas congénitas y otras.

# Qué hierbas o tinturas herbales son adecuadas para la baja inmunidad

# Té verde

El té verde, elaborado a partir de la planta Camellia sinensis, por ejemplo, tiene un alto contenido de catequinas, sustancias con una gran actividad antioxidante y antiinflamatoria. Además de ayudar a regular y fortalecer la inmunidad, contribuye a mejorar la salud cardiovascular y a aumentar las capacidades mentales.

# Ashwagandha

Otra hierba muy popular, la Ashwagandha, es conocida por sus potentes propiedades adaptógenas. Es rica en withaferina A, una sustancia considerada un poderoso adaptógeno con fuertes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además de ayudar al organismo a hacer frente al estrés intenso, también apoya el funcionamiento del sistema inmunitario, la memoria y la concentración.

# Saúco negro

El saúco negro, otra hierba popular en nuestras latitudes, también es muy rico en flavonoides, antocianinas y otros componentes activos. Posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y inmunomoduladoras. Se utiliza como inmunoestimulante y en casos agudos de gripe y resfriados. Se considera que reduce la duración de la enfermedad y previene complicaciones.

Los ejemplos de hierbas que poseen efectos estimulantes y moduladores sobre nuestro sistema inmunitario son muchos.

El consumo de una alimentación saludable y variada, el sueño de calidad y la actividad física moderada, junto con la incorporación de sustancias beneficiosas en forma de suplementos alimenticios naturales y tinturas, constituyen la base de la salud holística del cuerpo y la mente.

# Por qué elegir inmunoestimulantes de VitaOn

En la amplia gama de suplementos alimenticios y tinturas herbales de VitaOn hay una gran cantidad de productos que poseen diferentes propiedades beneficiosas para la inmunidad.

Las tinturas herbales son un regalo de la naturaleza y contienen en sí mismas un enorme arsenal de compuestos bioactivos que sirven para apoyar y fortalecer el organismo. Utilizamos únicamente hierbas de primera calidad, procedentes de regiones ecológicamente limpias, para poder ofrecerle todos los beneficios de su uso.

El consumo regular de inmunoestimulantes naturales conducirá a una protección inmunitaria estable y segura, que mantendrá su salud.

Preguntas frecuentes sobre inmunoestimulantes

¿Qué son los inmunoestimulantes y cómo actúan?

Los inmunoestimulantes son sustancias que ayudan al funcionamiento del sistema inmunitario aumentando la producción de anticuerpos y otras células de la respuesta inmune. Como suplementos alimenticios, a menudo se utilizan para la prevención de infecciones y para mejorar la salud general del organismo.

¿Cuáles son los mejores inmunoestimulantes del mercado?

En el mercado existen muchos inmunoestimulantes diversos, como la vitamina C, la equinácea, el zinc y diferentes hongos como el reishi y el shiitake, entre otros. Estos productos activos han sido estudiados y recomendados por numerosos especialistas en salud y científicos.

¿Cuál es la diferencia entre inmunoestimulantes e inmunosupresores?

Estos dos grupos de sustancias actúan de manera opuesta. Los inmunoestimulantes funcionan como potenciadores de la respuesta inmunitaria, mientras que los inmunosupresores la inhiben. Estos últimos se utilizan para prevenir respuestas autoinmunes o después de ciertas intervenciones quirúrgicas (como los trasplantes de órganos).

¿Por qué los inmunoestimulantes no funcionan en mí?

Las posibles razones de la falta de eficacia de los inmunoestimulantes pueden ser la elección incorrecta del suplemento, una dosificación inadecuada o la presencia de una enfermedad que requiere atención médica en lugar de suplementación. En estos casos, se recomienda una consulta oportuna con un especialista médico.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los inmunoestimulantes?

En la mayoría de los casos, los suplementos de este grupo no provocan efectos secundarios. No obstante, aunque en raras ocasiones, pueden observarse molestias estomacales o insomnio.