Los suplementos nutricionales dirigidos a la salud cardiovascular suelen ser sustancias o extractos herbales cuya eficacia ha sido científicamente demostrada por tener un efecto beneficioso sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
Junto con un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular y una dieta equilibrada, algunos suplementos y tinturas herbales pueden proporcionarnos un apoyo adicional para la salud de nuestro corazón.
Esta categoría de suplementos nutricionales es diversa tanto en tipos de productos como en mecanismo de acción. La salud cardiovascular se determina por un conjunto de indicadores, cada uno de los cuales es importante por sí solo y puede verse influido de distintas maneras.
Las funciones de las vitaminas y suplementos para el corazón son:
Los ácidos grasos Omega-3, en particular el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), son grasas poliinsaturadas. Tienen beneficios significativos en relación con la salud del sistema cardiovascular.
Los estudios clínicos y científicos son contundentes sobre los beneficios de los ácidos grasos Omega-3 para el corazón. Desempeñan un papel clave en la reducción de los niveles de triglicéridos libres y la presión arterial, y previenen la formación de coágulos.
Los ácidos Omega-3 tienen un efecto antiinflamatorio demostrado, lo cual es importante para combatir la inflamación crónica, que se asocia con enfermedades del corazón.
La incorporación de estos ácidos esenciales en forma de suplemento concentrado es recomendada por los profesionales médicos.
Esto aplica especialmente a personas con:
Niveles elevados de LDL
Niveles elevados de triglicéridos
Antecedentes de enfermedades cardíacas
El mecanismo detrás de los beneficios de los ácidos Omega-3 incluye la mejora del perfil lipídico, el fortalecimiento de la función endotelial y el control de las arritmias. También son fundamentales para mantener la elasticidad y fortaleza de los vasos sanguíneos y prevenir el desarrollo de aterosclerosis.
La coenzima Q10 (ubiquinona) es un antioxidante natural que, según estudios recientes, tiene la capacidad de mejorar la salud del corazón y el progreso de enfermedades cardiovasculares existentes cuando se usa en forma concentrada como suplemento.
Los niveles de este cofactor tienden a disminuir con la edad. Además, existe una relación estadística demostrada: las personas con enfermedades cardíacas actuales suelen tener deficiencia de coenzima Q10.
En su función como potente antioxidante, la ubiquinona protege las células del estrés oxidativo, que es un factor clave en la aparición de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis y la insuficiencia cardíaca.
Investigaciones científicas muestran resultados prometedores sobre el uso de coenzima Q10 como suplemento en la terapia de mantenimiento en personas con enfermedades del corazón.
Además de mejorar la producción de energía a nivel celular, lo cual es fundamental para la función del miocardio, la coenzima mejora la calidad del endotelio y reduce la inflamación. Según los investigadores, la ingesta de ubiquinona mejora los síntomas y el pronóstico tras incidentes cardiovasculares agudos.
El magnesio es un mineral con funciones y propiedades importantes relacionadas con el sistema cardiovascular.
En lo que respecta al corazón, el magnesio participa en los siguientes procesos:
Conducción de la excitación neuronal
Transmisión de impulsos intracardiacos
Contractilidad miocárdica, a través de la regulación de canales de transporte de iones
Regulación del tono vascular y sus funciones
Control de los niveles de presión arterial
Función de bombeo del corazón
Regulación del ritmo cardíaco
El magnesio suele presentar deficiencia en la población general, y sus niveles están frecuentemente por debajo del óptimo. Datos estadísticos indican que unos niveles adecuados de magnesio contribuyen a una menor incidencia de enfermedades cardíacas.
La L-carnitina es una sustancia que, además de otras funciones, es importante para la actividad del corazón y la salud cardiovascular general.
Al participar en el transporte activo de ácidos grasos a las mitocondrias, se considera que apoya el trabajo del corazón y la contractilidad del músculo cardíaco. Se cree que esta sustancia tiene un efecto antiarrítmico y ayuda a regular el ritmo cardíaco.
Además, estudios indican que la L-carnitina reduce el daño isquémico al miocardio, especialmente en casos de alteraciones agudas de la circulación cardíaca (como en el infarto, por ejemplo).
No se debe exceder con el consumo de L-carnitina como suplemento. Se ha establecido que una ingesta superior a 2 gramos diarios puede aumentar los niveles del compuesto trimetilamina N-óxido (TMAO), un producto de la interacción bacteriana con la L-carnitina. El TMAO está implicado en el desarrollo de aterosclerosis y trastornos vasculares.
El papel de la vitamina E en cuanto a la salud cardíaca no es directo. Debido a sus potentes propiedades antioxidantes, la vitamina E combate activamente el estrés oxidativo, ayudando así a prevenir alteraciones en las características estructurales de las paredes vasculares y en las funciones del endotelio, así como a evitar la formación de placas ateroscleróticas.
La adición de alfa-tocoferol como suplemento nutricional puede obstaculizar el desarrollo de la coronariosclerosis además de aportar otros beneficios para la salud general.
Se ha establecido una relación entre los bajos niveles de vitamina D y una mayor incidencia de enfermedades cardíacas.
Se considera que ayuda a regular la presión arterial y la función endotelial, aunque los mecanismos exactos aún no se conocen bien. Está demostrado que una sobredosificación de la vitamina puede tener un efecto contrario, ya que las concentraciones suprafisiológicas no aumentan su acción positiva.
Algunas especies vegetales han demostrado tener un efecto positivo comprobado sobre el funcionamiento del corazón.
Té verde:
Combate activamente los radicales libres.
Reduce los niveles de colesterol malo LDL a favor del colesterol bueno HDL.
Disminuye los niveles de presión arterial.
Mejora las funciones del endotelio.
Espino blanco:
Previene la formación de placas ateroscleróticas.
Mantiene las funciones endoteliales de los vasos sanguíneos.
Regula la presión arterial.
Normaliza la frecuencia cardíaca.
Previene las arritmias.
Arándano negro:
Poderosas propiedades antioxidantes
Reduce los niveles de presión arterial.
Favorece la circulación.
Jengibre:
Reduce la respuesta inflamatoria en la pared vascular.
Previene la acumulación de placas ateroscleróticas.
Protege el corazón de los radicales libres.
Disminuye el colesterol malo.
Previene la formación de trombos.
Cúrcuma:
Acción antiinflamatoria - protege el endotelio de los vasos.
Efecto cardioprotector
Elimina los radicales libres.
La combinación de jengibre y cúrcuma en forma de tintura "Bio Tonus" proporciona una protección integral para el corazón, junto con una serie de otros beneficios.
Los suplementos para el corazón son una prevención eficaz, y la profilaxis oportuna reduce la probabilidad de necesitar acudir al cardiólogo.
Su consumo es adecuado en los siguientes casos:
Como prevención en personas con predisposición genética
Ante los primeros síntomas de deterioro de la salud cardíaca
En caso de hipertensión arterial
Presencia de disnea y fatiga fácil
Cuando existen factores de riesgo perjudiciales.
Un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación adecuada, actividad física y descanso, son pasos fundamentales para mantener la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Como apoyo adicional y para mayor seguridad, recomendamos el uso de suplementos nutricionales saludables con eficacia comprobada para su sistema cardiovascular.
Solo apostamos por suplementos respaldados por evidencia científica. De esta manera, le garantizamos seguridad sin que pierda tiempo ni dinero probando suplementos no investigados en sí mismo.
Para la fabricación de nuestros suplementos se han utilizado únicamente materias primas premium de fuentes fiables. Estos contribuirán al mantenimiento de una salud cardiovascular óptima y mejorarán la calidad de vida.
Su uso es apropiado como prevención en personas con mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, así como complemento del tratamiento cardiológico principal.
Sí, muchas de las hierbas ayudan a dilatar los vasos sanguíneos, restauran la elasticidad de la membrana vascular y reducen el volumen de líquidos, lo que reduce la presión arterial.