Qué beber para la fatiga: medicamentos, complementos nutricionales o hierbas.

Qué beber para la fatiga: medicamentos, complementos nutricionales o hierbas.

Dr. Martin Hristov
En el contexto de la vida moderna, cada vez más personas caen en el círculo vicioso del "trabajo desde casa". La vida cotidiana, monótona pero ajetreada, provoca la acumulación de fatiga y una sensación de agotamiento constante. En este artículo, le presentaremos la naturaleza de la fatiga, cómo evitarla y formas de afrontarla.

¿Qué es la fatiga?

¿Qué es la fatiga?

La fatiga es una condición en la que un individuo siente una sensación de agotamiento físico o mental, cuya intensidad puede variar desde una fatiga leve hasta un agotamiento severo del cuerpo.

En esencia, la fatiga es una respuesta normal del cuerpo a la sobrecarga física, el estrés de diversa naturaleza y otros factores que requieren energía y recursos del cuerpo y la mente. Sentirse cansado es un mecanismo de protección del cuerpo, que tiene como objetivo mostrarnos que necesitamos "recargar energías".

En algunos casos, sin embargo, la fatiga puede ser señal de un problema más grave en nuestro organismo.

¿Qué tipos de fatiga conocemos?

La fatiga puede ser temporal o crónica, lo que viene determinado por los motivos y circunstancias por las que se produjo.

Por ejemplo, si hoy te levantaste muy temprano y realizaste un duro trabajo físico sin comer, hidratarte y descansar lo suficiente durante el día, por la noche puedes experimentar una fatiga "aguda". Después de dormir lo suficiente, descansar y recargar su cuerpo con suficientes nutrientes, su cansancio probablemente desaparecerá a la mañana siguiente.

Existen diferentes tipos de fatiga que son causadas por diferentes factores. Sin embargo, la aparición de la fatiga crónica suele ser una combinación de factores de acción prolongada que a su vez conducen a algunos de los tipos individuales.

Cuando pueda determinar claramente el tipo de fatiga, podrá tomar las medidas adecuadas para eliminarla.

Fatiga fisica

La fatiga física es un tipo de fatiga que puedes identificar muy fácilmente.

Se caracteriza por:

  • Sensación de debilidad y agotamiento en los músculos.
  • Rigidez articular
  • (A veces) alteración de la coordinación de movimientos.
  • Sensación de pesadez o dificultad para moverse.

La fatiga física suele aparecer tras una gran carga sobre nuestro cuerpo o durante largos periodos prolongados de actividad física agotadora como el deporte.

En el primer caso, estamos hablando de fatiga temporal, que se debe al agotamiento de las reservas de glucógeno en nuestros músculos y a la reducción de la síntesis de ATP (la moneda energética del cuerpo).

En el segundo caso, estamos hablando de una sobrecarga permanente, por lo que nuestros músculos no pueden recuperarse y adaptarse a las nuevas y más difíciles condiciones de trabajo.

Hoy en día, sin embargo, la gente es cada vez más víctima de otros dos tipos de fatiga, que describiremos en los párrafos siguientes.

Fatiga mental (mental)

Fatiga mental (mental)

La fatiga mental es un estado de agotamiento que afecta la función cognitiva.

El motivo de su aparición es la sobrecarga del cerebro con actividad mental, que se produce durante largos y constantes periodos de intenso trabajo mental, estrés y falta de descanso. La mayoría de las veces la causa es una combinación de todas ellas.

La fatiga mental se caracteriza por funciones cognitivas reducidas.

Ejemplos comunes de esto son:

  • Dificultad para concentrarse
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Dificultad para recordar y reproducir información.

La productividad en el lugar de trabajo suele verse afectada. Es posible que tareas conocidas empiecen a llevarte más tiempo de lo habitual e incluso vayan acompañadas de errores.

Los síntomas típicos del estado de fatiga mental son la falta de motivación, la reducción del entusiasmo por realizar actividades mentales y por aquellas que normalmente te hacen sentir sobreestimulado.

A menudo las personas reportan irritabilidad severa sin una razón clara para ello.

En formas más graves de fatiga mental, pueden producirse alteraciones del sueño debido a un desequilibrio en los niveles de neurotransmisores. Dependiendo del individuo y de otros factores, también puede haber dificultad para conciliar el sueño o incapacidad para dormir el tiempo suficiente.

Las razones de la aparición de fatiga mental están asociadas con la realización de trabajos a largo plazo que implican una gran actividad cognitiva: aprender, resolver problemas y trabajar sin descanso.

Los altos niveles de estrés que pueden surgir por motivos laborales, personales y otras circunstancias también contribuyen al cuadro de fatiga mental. También es característico de personas que no duermen lo suficiente y no tienen la oportunidad o no saben relajarse realizando otro tipo de actividades que no requieren de la participación del cerebro. 

Fatiga emocional

El tercer tipo de fatiga, la fatiga emocional, nuevamente se asocia en gran medida con las peculiaridades del sistema nervioso humano.

La fatiga emocional es un estado de agotamiento que se asocia con estrés prolongado, muchas veces relacionado con la vida personal, ansiedad e inestabilidad en el estado emocional y carga emocional excesiva.

Esta condición se caracteriza por un sentimiento de apatía: a menudo uno pierde el contacto con las situaciones que lo rodean y se aleja emocionalmente de las personas cercanas. Puede aparecer un sentimiento de desesperanza, tristeza y si los problemas persisten por más tiempo se puede desarrollar depresión en sus diversas formas e intensidades.

Cuando estás emocionalmente agotado, las cosas que normalmente se asocian con el placer y la satisfacción no te brindan la misma satisfacción y emoción. Por otro lado, te vuelves hipersensible a cosas que en circunstancias normales ni siquiera notarías.

Todo el mundo en algún momento de su vida ha experimentado agotamiento emocional, ya sea por una relación fallida con su pareja íntima, problemas familiares o situaciones relacionadas con malentendidos en el trabajo. Ciertas ocupaciones que implican cuidar a los demás, servir a las personas o enseñar a menudo conducen a condiciones similares.

El agotamiento emocional muchas veces puede ser el resultado de una combinación de factores. En muchos casos, las personas que sufren fatiga emocional afirman sentirse incomprendidas y no recibir el apoyo que necesitan de sus seres queridos.

Fatiga de primavera y otoño

La fatiga de otoño y primavera son otros dos tipos de fatiga que son particularmente comunes.

De hecho, tienen una explicación científica, que se debe al cambio del ritmo circadiano debido a los cambios en la duración del día. Entre la población, el cansancio primaveral es mucho más familiar, pero en realidad tiene el mismo significado que el cansancio otoñal.

Los síntomas de la fatiga primaveral incluyen:

  • Energía baja
  • Fatiga
  • Apatía
  • Modorra.

Además, los cambios de temperatura, que suponen una forma de estrés para el cuerpo, influyen en la aparición de este tipo de fatiga en el cuerpo.

Otro factor menos significativo es la mayor presencia de alérgenos en los meses de primavera. Conduce a una sobreestimulación del sistema inmunológico y hace que el cuerpo desperdicie una gran cantidad de recursos para abordar el problema.

Se cree que la vitamina D es de gran importancia para la fatiga primaveral.

En invierno, se sintetiza en cantidades mínimas debido a la exposición limitada a la luz solar y es importante para muchas funciones del cuerpo. El final del invierno y el comienzo de la primavera son un período de transición en el que los niveles bajos de vitamina contribuyen aún más a la fatiga del cuerpo.

¿Qué causa la fatiga en el cuerpo?

La respuesta a esta pregunta está en los tipos de fatiga mencionados anteriormente que conocen la medicina y la psicología.

Las causas más comunes de somnolencia y fatiga persistentes se deben a una combinación de factores físicos, psicoemocionales y de estilo de vida. En los siguientes párrafos veremos algunas de las influencias más distintivas y predominantes sobre el estado de fatiga.

Falta de sueño

El sueño irregular es un factor muy común que las personas reportan cuando se trata de estar demasiado cansados.

El sueño es la forma que tiene nuestro cuerpo de recuperarse del estrés que se acumula bajo la influencia del estrés físico, mental y emocional. Durante el sueño tienen lugar muchos procesos fisiológicos de regeneración de células, tejidos, neurotransmisores y energía.

Hora del día

No sólo es importante cuántas horas dormimos, sino también cuándo dormimos. Las investigaciones muestran que el sueño más completo es entre las 22:00 y las 03:00. Por lo tanto, las personas que trabajan en turnos nocturnos suelen sufrir fatiga, incluso si duermen durante el día.

Durante el sueño nocturno se liberan hormonas y sustancias neurorreguladoras, como la hormona del crecimiento. Además, el sueño está controlado por la melatonina, que es la encargada de conciliar el sueño y el sueño profundo, pero no se produce durante el día.

Calidad del sueño

Incluso cuando el sueño dura lo suficiente, es posible que no sea de buena calidad. Los despertares frecuentes durante la noche alteran la naturaleza cíclica del sueño y reducen su efecto reparador.

Condiciones médicas

Condiciones médicas y psicológicas como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas (síndrome de Willis-Ekbom) también provocan alteraciones del sueño que provocan fatiga.

Malos hábitos alimenticios

Los hábitos alimentarios del hombre moderno a menudo no están relacionados con la satisfacción de sus necesidades alimentarias (nutricionales) y están influenciados por factores que no son beneficiosos para nuestra salud, por ejemplo, el sabor y la velocidad de preparación.

Ingesta de alimentos nocivos

Los alimentos pobres en sustancias esenciales como vitaminas, minerales, proteínas y ácidos grasos pueden provocar niveles bajos de energía y una reducción de la capacidad regenerativa del cuerpo.

Naturalmente, es humano dejarse tentar por un delicioso trozo de pizza, un pastel o una bolsa de patatas fritas, siempre que esos "alimentos" no sean la base de nuestra dieta. El daño se duplica con creces si, además del consumo de alimentos nocivos, también reducimos drásticamente la ingesta de los útiles.

Bebidas con cafeína

El exceso de bebidas con cafeína resulta especialmente agotador para el organismo. La cafeína es un estimulante que puede darnos energía, aumentar nuestro tono y concentración, pero provoca la liberación de norepinefrina de las glándulas suprarrenales. Cuando la glándula suprarrenal se agota, comienza a liberarse otra hormona del estrés, el cortisol.

El exceso de cafeína provoca una sobreestimulación, que en un momento dado conduce al agotamiento de las capacidades compensatorias del cuerpo y a la aparición de una sensación de fatiga crónica.

Hidratación

La gente en masa no presta mucha atención al agua. Es la fuente de vida y nuestros cuerpos están compuestos en gran parte (más del 50%) por moléculas de agua.

El consumo masivo de agua ha sido sustituido por la ingesta de café, té, zumos y otras bebidas carbonatadas y no carbonatadas. No tienen el mismo efecto en el cuerpo y, además, muy a menudo tienen exactamente el efecto contrario: funcionan como diuréticos y aumentan la pérdida de agua.

La deshidratación provoca una alteración del equilibrio hidroelectrolítico y de la homeostasis del cuerpo, lo que tiene un efecto perjudicial en todos los aspectos de la salud, incluidas las capacidades físicas y mentales del cuerpo.

Importancia de la actividad física

La actividad física es buena para el cuerpo humano. Sin embargo, como todo en la vida, la clave para la buena salud y la prosperidad está en la moderación.

La actividad física excesiva, regular y intensa puede provocar fatiga excesiva y la incapacidad del cuerpo para recuperarse. Esto suele ocurrir en personas que practican deportes semiprofesionales o profesionales, u otras que realizan trabajos físicos y practican deportes al mismo tiempo.

Aunque paradójicamente, llevar un estilo de vida sedentario sin actividad física también puede provocar fatiga y dificultad para respirar debido a los bajos niveles de energía.

Enfermedades y otras condiciones médicas.

Enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, anemia, hipotiroidismo son factores que provocan el agotamiento del organismo. Las personas que padecen estas y otras afecciones reportan poca energía y fatiga constante.

Algunas enfermedades infecciosas, como la mononucleosis, también se asocian con síntomas de fatiga importante.

Las enfermedades psiquiátricas como la depresión, la ansiedad y otros trastornos pueden provocar una fatiga física y mental grave. Es consecuencia de un desequilibrio en el metabolismo de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, la noradrenalina, el GABA y otros.

Factores psicológicos

El estrés crónico puede agotar la energía física y mental y hacernos sentir cansados. Los estados emocionales fuertes como la tristeza, el trauma y los problemas en las relaciones personales pueden contribuir a sentirse abrumado.

La violación del equilibrio trabajo-descanso, el exceso de trabajo y la falta de tiempo para un descanso activo de calidad conducen a menudo al síndrome de burnout, que se expresa en fatiga física y mental, pérdida de motivación y otros.

A menudo, en un esfuerzo por liberarse del estrés, la gente recurre al alcohol, las drogas y las sustancias narcóticas. Crean una falsa sensación de bienestar, que pronto agota nuestras últimas fuerzas, llevándonos a un consumo cíclico y entrando en un círculo vicioso.

Factores ambientales

Trabajar con poca iluminación y en posiciones incómodas también puede generar fatiga. Lo mismo ocurre con el ruido de fondo constante, los sonidos fuertes u otras distracciones

¿Cómo se contrae la fatiga crónica?

La respuesta a esta pregunta es muy sencilla. Cuando los factores que pueden provocar fatiga persisten durante un largo período de tiempo, se desarrolla el síndrome de fatiga crónica. Puede ser tan grave que una persona pierde su funcionalidad y comienza a experimentar dificultades para afrontar sus compromisos diarios.

Las posibilidades compensatorias en términos físicos y psicoemocionales son diferentes para cada persona, y por eso es difícil decir cuánto puede aguantar un organismo antes de empezar a mostrar signos de fatiga crónica.

Por este motivo, la mejor forma de afrontar la fatiga crónica es evitar que se produzca. Ante los primeros signos de fatiga crónica, es importante evaluar cuidadosamente todo su estilo de vida, encontrar la fuente del problema y solucionarlo antes de que se vuelva crónico.

Ignorar la sensación constante de falta de energía, tono bajo y estado de ánimo y espíritu deprimido eventualmente conducirá a la fatiga crónica.

¿Cómo podemos superar la fatiga crónica?

En caso de que hayamos desarrollado la afección y no hayamos prestado atención a tiempo, debemos tomar medidas de inmediato. Esto es importante porque la fatiga crónica puede provocar problemas patológicos reales que van más allá de la sensación de ansiedad, falta de energía y fatiga.

La fatiga crónica, que inevitablemente está asociada con la exposición a una gran cantidad de estrés de una forma u otra, puede comprometer la salud del cuerpo.

Como resultado, pueden desarrollarse una serie de enfermedades:

  • Cardiovascular
  • Psiquiátrico
  • Gastrointestinal y metabólico
  • autoinmune
  • Oncológico.

Pinitos

Lo más importante es encontrarla causa raíz de nuestra condición. Puede ser uno en particular o una combinación de los que hemos comentado en los párrafos anteriores.

Entonces, antes de emprender cualquier acción, debemos valorar la situación y plantearnos qué podemos cambiar en nuestro estilo de vida que esté directamente relacionado con la aparición de la sensación de fatiga.

Por ejemplo, si somos deportistas activos y entrenamos duro y con regularidad, debemos tomar medidas para restaurar nuestro cuerpo.

Tales son, por ejemplo:

  • los baños de hielo
  • los masajes
  • las saunas
  • Incluso si asumimos que necesitamos unas vacaciones más largas o completas.

Si hacemos un trabajo mental que implica sentarnos frente a una computadora y resolver problemas, necesitamos encontrar una manera de realizar actividad física o un tipo de deporte que nos alivie mentalmente y ayude al cuerpo a liberar hormonas naturales para mejorar el estado físico general.

Si el motivo principal está relacionado con el cansancio emocional, entonces necesitamos aclarar las relaciones en el trabajo o en casa, o buscar una solución al problema concreto que nos hace sentir así.

Los enfoques son muy individuales y dependen de muchos factores y circunstancias. Sin embargo, siguiendo unos principios básicos, podemos recuperar en gran medida nuestra fuerza, energía y ganas de vivir.

Principios básicos

Principios básicos

Estos son los principios fundamentales:

  • Trate de comer menos alimentos procesados. Las frutas y verduras frescas, las fuentes limpias de proteínas y las grasas vegetales saludables deben abundar en los alimentos.
  • Evite el azúcar, los dulces, los fritos y los alimentos grasos.
  • Trate de mantenerse bien hidratado.
  • Limite su consumo de cafeína y otros estimulantes.
  • Realice actividad física aeróbica moderada al menos 2-3 veces por semana (correr, andar en bicicleta, nadar). Para obtener un mejor efecto, implemente algún tipo de entrenamiento de resistencia como levantamiento de pesas.
  • Duerma bien entre 6 y 8 horas intentando dormir en una habitación ventilada, fresca y oscura.
  • Evite mirar monitores y pantallas durante al menos una hora antes de acostarse.
  • Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días.
  • Limite los hábitos nocivos como el alcohol, el cigarrillo y los medicamentos.
  • Intenta encontrar tiempo para relajarte practicando algo que te guste hacer (hobby).
  • Realiza los cambios necesarios para optimizar tus tareas diarias, laborales y personales.
  • Practica yoga o meditación, aromaterapia y acupuntura.
  • Trate de asignar su tiempo de manera que tenga tiempo para frecuentes descansos breves durante el día, en los que pueda distraerse de los problemas cotidianos.

¿Qué debo beber para la fatiga: medicamentos, suplementos o hierbas?

El cansancio y la sensación de agotamiento son síntomas que nos indican que debemos prestar atención a nuestra salud y bienestar. En la mayoría de los casos, no están relacionados con ninguna enfermedad.

Sin embargo, cuando están asociados con una enfermedad, debemos abordar los problemas relevantes y corregirlos para que el cuerpo pueda volver a su homeostasis habitual. A veces esto requiere el uso de medicamentos para la fatiga crónica.

Es por ello que los fármacos que se utilizan para tratar el cansancio y la fatiga pueden pertenecer a grupos muy heterogéneos.

Estos grupos incluyen:

  • Estimulantes
  • Antidepresivos
  • Preparaciones hormonales
  • Antiinflamatorio
  • Antibióticos y antivirales si la fatiga se debe a una infección subyacente.

Tomar medicamentos para tratar la fatiga que no sea causada por una enfermedad no está justificado y debe evitarse, especialmente sin asesoramiento profesional.

Además de las prácticas saludables que definitivamente funcionarán, podemos beneficiarnos del apoyo adicional de hierbas y suplementos nutricionales para obtener energía y resistencia.

Los complementos alimenticios sirven para suplir deficiencias de sustancias esenciales o para apoyar una función del organismo.

Las hierbas y sus extractos contienen muchos compuestos bioactivos que pueden contribuir a la mejora de los procesos corporales mediante diversos mecanismos.

Si experimentamos fatiga y nos hemos preocupado de implementar la mayor cantidad posible de prácticas saludables que hemos descrito anteriormente, entonces podemos recurrir a algunos complementos nutricionales específicos.

Suplementos nutricionales y vitaminas para la fatiga.

Suplementos nutricionales y vitaminas para la fatiga.

En las siguientes líneas te presentamos algunos de los suplementos y vitaminas más eficaces para el cansancio y la fatiga.

Vitamina B12

La vitamina B12 es importante para el metabolismo y la producción de energía. También tiene un papel esencial en los tejidos del sistema nervioso.

La vitamina es indispensable y su adición en forma de complemento alimenticio puede tener un efecto positivo en los niveles de energía, así como en el estado del sistema nervioso, que es especialmente sensible al estrés y la tensión.

Vitamina D

Una fuente de vitamina D3 de alta calidad que proporciona un esqueleto sano, una inmunidad fuerte y un equilibrio hormonal.

El organismo puede sintetizar la vitamina D, pero en muchos casos es insuficiente.

Proporcionar cantidades adecuadas de vitamina D, especialmente en invierno, se reflejará en el tono, la salud general del cuerpo y favorecerá la homeostasis hormonal y el estado de ánimo.

Magnesio

El magnesio es un oligoelemento indispensable que interviene en muchos procesos, incluida la producción de energía. Es particularmente importante para la función nerviosa y muscular, y una ingesta insuficiente puede provocar fatiga muscular, reducción de la fuerza y ​​falta de energía.

Coenzima Q10

La coenzima Q10 favorece la producción de energía y la función mitocondrial. Utilizado en mayores dosis como complemento alimenticio, combate la fatiga y el agotamiento.

Omega 3

Los ácidos grasos omega 3 (DHA) son particularmente importantes para la salud del cerebro. Tienen un efecto antiinflamatorio y calman el sistema nervioso cuando se sobrecarga.

Hierbas y extractos de hierbas antifatiga.

En la medicina tradicional de todo el mundo, la gente utiliza diversas hierbas para el agotamiento y la fatiga. Son ricos en diversas sustancias químicas que pueden aumentar la energía del organismo de diferentes formas.

Ashwagandha

Ashwagandha es una hierba muy popular en el Ayurveda indio y con el tiempo se ha extendido por todo el mundo. Es un poderoso adaptógeno y ayuda al cuerpo a adaptarse a un mayor estrés físico y mental.

Maca (raíz)

Maca (raíz)

La maca es una hierba muy respetada que se origina en los Andes peruanos. Tiene propiedades adaptógenas y es especialmente adecuado para aumentar la energía y la resistencia.

Te mursala

El té de Mursal es una hierba muy conocida en la medicina popular búlgara, que se utiliza por sus propiedades para fortalecer el sistema inmunológico, reducir la sensación de fatiga y mejorar el bienestar general del cuerpo.

Hierba de San Juan

La planta es un poderoso antidepresivo natural. Como sabemos, el sistema nervioso es el que más sufre bajo estrés y cargas elevadas: la hierba de San Juan ayuda a regular el equilibrio de los neurotransmisores y, por tanto, mejora el estado de ánimo y la resistencia al estrés psicoemocional.

Romero

El romero es una hierba y especia adaptógena rica en numerosas sustancias activas. Ayuda con el estrés, la fatiga mental y emocional y mejora la concentración y las funciones cognitivas.

¿Cómo se toman y cuánto dura la recepción?

La ingesta de complementos nutricionales y hierbas contra la fatiga tiene dos funciones:

  • Para prevenir la aparición de fatiga y aumentar el rendimiento del organismo.
  • Para ayudar a afrontar el problema de fatiga que ya ha aparecido.

Por este motivo, pueden ser tomados de forma profiláctica por personas que están expuestas a cargas excesivas y se encuentran en el grupo de riesgo, así como por personas que tienden a desarrollar fatiga crónica. Una buena opción es la ingesta profiláctica, donde la dosis puede ser la mínima para el producto respectivo y tomarse durante más tiempo.

En caso de cansancio ya acumulado y pronunciado, las dosis iniciales deben ser mayores, y pasado un cierto tiempo, cuando se sienta mejor, se podrá reducir la ingesta.

El período de uso de estos complementos y sustancias nutricionales puede ser ilimitado. Sin embargo, es bueno hacer pausas breves de vez en cuando, durante las cuales el cuerpo puede aumentar su receptividad a los compuestos activos.

¿Se pregunta si pueden tomar suplementos y hierbas juntos?

Sin duda, tomarlos juntos aportará las sustancias esenciales necesarias y sumará el efecto beneficioso de los fitonutrientes contenidos en las plantas. Juntos, trabajan de forma sinérgica para combatir la fatiga de forma más eficaz y rápida.

¿Qué resultados puedes esperar?

La ingesta de complementos nutricionales y hierbas para la fatiga tiene los siguientes efectos:

  • Mayor energía y tono.
  • Niveles de estrés reducidos
  • Mejorando el estado de ánimo
  • Mejora de las funciones cognitivas, la concentración y la memoria.
  • Reducción de la sensación de fatiga y aumento de la resistencia.

¿Por qué confiar en los productos VitaOn?

Nos preocupamos por la calidad de nuestros productos y le ofrecemos una gran selección de suplementos nutricionales premium para que se sienta con más energía y supere la fatiga.

Preguntas frecuentes

Preguntas frecuentes

¿Cuáles son las causas más comunes de fatiga?

El estrés excesivo del cuerpo de tipo físico y psicológico, el exceso de tiempo en el trabajo, la falta de sueño y de tiempo para el ocio son factores que conducen a la fatiga excesiva.

¿Las hierbas realmente ayudan con la fatiga?

Sí, algunas hierbas como la ashwagandha, la maca, la raíz dorada, la hierba de San Juan y muchas otras contienen sustancias activas que, mediante diversos mecanismos, aumentan la energía y mejoran el tono del cuerpo, protegiendo contra la acumulación de fatiga y estrés.

¿Es importante la dieta para afrontar la fatiga?

Sí, los alimentos de mala calidad provocan la manifestación de diversas deficiencias de vitaminas y minerales, que son de gran importancia para el equilibrio energético del organismo. La ingesta de verduras, frutas, grasas saludables y proteínas limpias son una forma de mejorar nuestro estado y protegernos del cansancio.

 

Regresar al blog