- ¿Qué es la hepatitis B?
- Formas de propagación y factores de riesgo
- Síntomas de la hepatitis B
- Posibles complicaciones
- ¿Existe una vacuna?
- Medidas preventivas al contacto con un enfermo de hepatitis B
- Diagnóstico y pruebas
- ¿Se cura la hepatitis B?
- Cuándo consultar a un médico
- Conclusión
- Preguntas frecuentes
Los hepatitises virales son enfermedades infecciosas causadas por diversos virus que conducen a la inflamación y daño del hígado. La principal manifestación de la infección es el hepatitis agudo, un estado que puede variar de leve a severo, dependiendo del tipo de virus y del estado del paciente.
La medicina moderna reconoce seis tipos principales de hepatitis viral aguda (incluyendo hepatitis A y hepatitis C), cada uno de los cuales tiene sus propias características y formas de transmisión.
En este artículo, prestaremos atención más detallada a la hepatitis B. Aprenderás cuáles son sus formas de propagación, cómo protegerte de la infección y cómo tratarla.
¿Qué es la hepatitis B?
El virus de la hepatitis B (VHB) pertenece a la familia Hepadnaviridae y es conocido por su estructura compleja y alta resistencia a las condiciones externas.
Es un virus de ADN que se distingue por la presencia de una partícula viral específica, llamada partícula de Dane, la forma infecciosa del virus.
Tabla de personas afectadas por hepatitis B (2018 - 2023)
Región |
Años 2018 - 2019 |
Años 2020 - 2021 |
Años 2022 - 2023 |
Europa |
Baja incidencia, 1-2 por 100,000 |
Disminución debido a COVID-19 |
Ligero aumento después de la pandemia |
África |
Alta, hasta 100 por 100,000 |
Continúa la alta incidencia |
Recuperación de las vacunaciones |
Asia |
Alta, 5 - 10% de infecciones crónicas |
Estable con leve descenso |
Ligero aumento en áreas rurales |
América del Norte |
Baja, 3 por 100,000 |
Niveles estables |
Ligero aumento de casos crónicos |
América Latina |
Brotes esporádicos |
Ligero descenso debido a la pandemia |
Aumento de nuevos casos |
Medio Oriente |
Alta entre refugiados |
Sigue siendo endémica |
Incidencia constantemente alta |
Esta tabla proporciona una breve descripción de la incidencia de la hepatitis B en la población por regiones durante los últimos 5 años.
Formas de propagación y factores de riesgo
Los mecanismos de transmisión de la infección son varios.
Los examinaremos y señalaremos los factores de riesgo para la aparición de la hepatitis:
- Transmisión sexual: Desde 1990, la hepatitis B está en la lista de enfermedades de transmisión sexual. Los grupos de riesgo incluyen homosexuales, personas promiscuas (con múltiples parejas sexuales) y las parejas sexuales de los portadores del virus.
- Por vía sanguínea (transmisión): A través de transfusiones de sangre, productos sanguíneos, inyecciones con agujas o jeringas contaminadas, durante varios tipos de manipulaciones quirúrgicas y otros. Hoy en día, alrededor del 7-8% de los casos de hepatitis causados por VHB se adquieren por vía transfusional.
- Por vía vertical: Infección del recién nacido por la madre, que puede estar enferma o ser portadora del virus. Está científicamente demostrado que el virus atraviesa la placenta y daña al feto, causando abortos, partos prematuros y otros problemas del embarazo. El mecanismo vertical puede ocurrir tanto mientras el feto está dentro de la madre como después del nacimiento a través de la lactancia.
Además de los tres mecanismos principales enumerados anteriormente, también se acepta el del contacto directo. En el contacto directo, principalmente los niños se infectan, quienes han tenido contacto con objetos contaminados.
La hepatitis B puede afectar a cualquiera, pero hay ciertos grupos de riesgo en los que el riesgo de infección es mayor.
Estos son los siguientes grupos de personas:
- Personas que llevan una vida sexual sin medidas de protección
- Trabajadores y empleados de la salud
- Personas que consumen drogas inyectables
- Personas homosexuales
- Personas con enfermedades hepáticas crónicas
- Miembros de familias de personas infectadas
- Mujeres embarazadas
- Niños nacidos de una madre infectada
- Personas que viajan a las llamadas áreas endémicas.
La prevención, que se aclarará más adelante en el artículo, es clave para proteger a los grupos de riesgo. Además, la vacunación contra la hepatitis B viral es una forma efectiva de reducir el riesgo de infección.
Síntomas de la hepatitis B

Los síntomas de la hepatitis B pueden variar de leves a muy graves. Los primeros síntomas generalmente aparecen después de 1 a 4 meses desde la entrada del virus en el organismo. También hay casos en los que los síntomas aparecen en un período muy temprano, hasta 2 semanas después de la infección. En la mayoría de las personas, generalmente los niños, los síntomas son muy leves y casi imperceptibles.
Aun así, los principales síntomas observados en la infección por el virus de la hepatitis son:
- Fiebre
- Dolores musculares y articulares
- Náuseas y vómitos
- Debilidad y fatiga
- Color oscuro de la orina
- Aparición de cambios ictéricos (amarilleo de la piel y la esclerótica de los ojos debido a altos niveles de bilirrubina en el organismo)
- Pérdida de apetito.
Posibles complicaciones

La hepatitis B puede llevar a complicaciones graves, especialmente si la infección se vuelve crónica (dura más de 6 meses).
Aquí están las complicaciones más comunes de la infección por hepatitis:
- Hepatitis B crónica: Cuando las defensas inmunológicas del cuerpo no pueden combatir la infección, esta se cronifica y lleva a un daño crónico de las funciones hepáticas.
- Cirrosis: La cirrosis es una enfermedad hepática grave causada por años de procesos inflamatorios debido a la hepatitis B. La cirrosis afecta la función hepática y puede llevar a una insuficiencia hepática.
- Insuficiencia hepática: Este es un daño hepático en etapa terminal. Ocurre cuando el hígado está demasiado dañado para funcionar. En estos casos, se considera el trasplante hepático.
- Cáncer de hígado: La hepatitis crónica se asocia con un riesgo significativamente mayor de desarrollar una enfermedad neoplásica (cancerosa). Se desarrolla un carcinoma hepatocelular, que es el principal entre los carcinomas de hígado. La infección por VHB es el mayor factor de riesgo para la incidencia de cáncer de hígado.
- Daño renal: La hepatitis B crónica provoca glomerulonefritis (inflamación de los riñones), que lleva a una disfunción en la capacidad excretora de los riñones.
- Afectación prenatal: Las mujeres embarazadas enfermas de hepatitis B pueden infectar al feto intrauterinamente. El virus atraviesa la placenta y causa múltiples complicaciones tanto para el feto como para la madre.
- Vasculitis: Las vasculitis son inflamaciones de los vasos sanguíneos que conducen a daños en los tejidos y órganos internos. Es característico de la hepatitis B la aparición frecuente de condiciones de vasculitis.
Los pacientes con hepatitis B crónica también pueden infectarse con hepatitis D. De esta manera, la presencia adicional de hepatitis D lleva a una progresión más rápida de la cirrosis y, respectivamente, a la insuficiencia hepática.
¿Existe una vacuna?
La vacuna contra la hepatitis B se llama ENGERIX B y se administra por primera vez dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento del recién nacido. La inmunización contra la hepatitis B está incluida en el calendario de inmunización de la República de Bulgaria y es completamente gratuita.
Es parte de la vacuna hexavalente, que se administra 3 veces en el segundo, tercer y cuarto mes después del nacimiento. La inmunización con tres dosis de la vacuna crea una inmunidad protectora en más del 95% de los niños vacunados.
Medidas preventivas al contacto con un enfermo de hepatitis B
Las medidas preventivas son de suma importancia cuando has tenido contacto con un enfermo de hepatitis B. Dado que el virus puede propagarse a través de la sangre y los fluidos corporales, hay varias formas que puedes utilizar para prevenir el riesgo de infección.
Vacunación
La vacuna contra la hepatitis B es efectiva y es la mejor opción para prevenir la infección. Se recomienda en caso de contacto cercano con una persona portadora de la enfermedad.
Practica sexo seguro

El uso de medidas de protección durante el contacto sexual reduce el riesgo de transmisión sexual del virus. La hepatitis B puede propagarse a través del semen, las secreciones vaginales y la sangre.
Usa medidas de protección si tienes heridas
Tanto la persona infectada como los contactos deben proteger sus heridas, si las tienen. Nunca uses cepillos de dientes ni cuchillas de afeitar de otras personas. De esta manera, te proteges de la transmisión de la infección por vía sanguínea.
Realiza desinfección regular
Limpia cualquier superficie u objeto que haya tenido manchas de sangre contaminada con guantes y desinfectante.
Usa ropa de protección si eres trabajador de la salud
Utiliza la ropa de protección designada, como guantes y mascarilla, para evitar manchas con sangre y fluidos corporales que puedan llevar a una infección con hepatitis B.
Al seguir las medidas de precaución mencionadas anteriormente, reducirás el riesgo de infección con hepatitis B al mínimo. También es obligatorio realizar revisiones médicas preventivas regulares.
Diagnóstico y pruebas
Para establecer un diagnóstico de hepatitis B, es necesario realizar una serie de exámenes médicos, exploraciones físicas y pruebas de laboratorio. Examinaremos algunas de las pruebas principales que se realizan.Anamnesis y examen físico del paciente
El especialista realizará una entrevista detallada con el paciente sobre la enfermedad y los síntomas asociados. Además, realizará un examen físico inicial para determinar el tamaño del hígado, la inflamación de los ganglios linfáticos y una evaluación del estado general del paciente.
Pruebas de sangre
Las pruebas de sangre son el método principal para diagnosticar una infección por hepatitis B.
Las principales pruebas de sangre incluyen:
- Prueba para HBsAg: Esta prueba detecta la presencia de una infección por hepatitis B. Un resultado positivo es una señal de una infección activa en el momento.
- Prueba para anti-HBs: Examina los anticuerpos contra el virus. Un resultado positivo indica una infección pasada en el organismo o una vacunación previa.
- Prueba para anti-HBc: La prueba indica la presencia de una infección actual o pasada. Se utiliza para diferenciar entre una infección aguda y una crónica. Si hay IgM anti-HBc, es una señal de una infección actual (hepatitis viral aguda). Si hay IgG anti-HBc, es una señal de una infección pasada o hepatitis crónica.
- Prueba para HBeAg: Indica la actividad de la infección. Un resultado positivo es una señal de una virosis fuerte.
- Prueba para anti-HBe: Esta prueba muestra un bajo nivel de actividad de replicación del virus. Esto sugiere que el sujeto examinado estuvo enfermo, pero está en proceso de recuperación.
Examen de los indicadores hepáticos
Se examinan las enzimas hepáticas ASAT y ALAT, que muestran la funcionalidad del hígado. Los valores altos de ASAT y ALAT indican que hay una inflamación severa del hígado.
Biopsia hepática
La biopsia se realiza para examinar el grado de cirrosis o fibrosis del hígado, si se ha confirmado el diagnóstico de hepatitis B.
Prueba de carga viral
La prueba muestra la cantidad de virus de la hepatitis en la sangre. Se utiliza para evaluar la gravedad de la infección y para seguir la respuesta al tratamiento.
¿Se cura la hepatitis B?
Hoy en día, aún no se ha encontrado una cura para la hepatitis B. Por otro lado, puede ser controlada y manejada eficazmente con los medicamentos adecuados y suplementos naturales, especialmente en la etapa crónica.
Examinaremos los enfoques más importantes para manejar la infección viral.
En hepatitis B aguda
La hepatitis B aguda generalmente no requiere un tratamiento antiviral específico. En el 90-95% de los pacientes, el sistema inmunológico logra eliminar el virus por sí solo.
El tratamiento es principalmente de apoyo, buscando aliviar los síntomas. También es esencial garantizar la hidratación del organismo, evitar el alcohol, descansar bien y evitar medicamentos que sobrecarguen el hígado y sus funciones.
En hepatitis B crónica
La hepatitis B crónica (infección a largo plazo que dura más de 6 meses) requiere tratamiento y monitoreo a largo plazo de los pacientes. El tratamiento de la hepatitis crónica no lleva a una cura completa de la infección, pero puede mantenerla bajo control y prevenir la aparición de complicaciones más graves como insuficiencia hepática, cirrosis o carcinoma hepatocelular.
La terapia antiviral es el tratamiento más comúnmente utilizado para la hepatitis crónica. Incluye medicamentos como “Tenofovir” y “Entecavir”, que suprimen la replicación del virus y previenen el daño al hígado. Los medicamentos se recetan para uso a largo plazo hasta que no quede rastro del virus de la hepatitis B en la sangre.
Los pacientes con hepatitis B crónica deben ser monitoreados constantemente mediante pruebas de sangre y estudios de imagen para seguir su estado y la función del hígado.
Consumo de suplementos alimenticios y hierbas
Si sufres de hepatitis B, el consumo de suplementos alimenticios y hierbas puede complementar la lucha contra la infección, pero debe planificarse cuidadosamente. La mayoría de los suplementos alimenticios y hierbas pueden mejorar las funciones del hígado, pero también hay algunos que pueden sobrecargarlo adicionalmente.
Aquí hay algunos productos naturales útiles que puedes usar:
- Vitamina D: Además de fortalecer el sistema inmunológico, la vitamina tiene propiedades antiinflamatorias que actúan sobre el hígado dañado. Los niveles bajos de vitamina D pueden empeorar el estado y las funciones del hígado, por lo que es importante mantener sus valores dentro de la norma. Puedes agregar vitamina D a tu ingesta diaria en forma de suplemento alimenticio. Enriquecerá las propiedades inmunológicas del organismo y contribuirá a manejar los síntomas de la hepatitis B.
- Ácidos grasos omega 3:Ácidos grasos omega 3 tienen un poderoso efecto antiinflamatorio, fortaleciendo la salud del hígado. El suplemento reduce la inflamación y mejora la defensa inmunológica. En la hepatitis B, ayuda a reducir el daño hepático y a mejorar el bienestar general. Mantén tu salud eligiendo omega 3 como suplemento alimenticio en forma de cápsulas.
- Cúrcuma: El ingrediente activo de la hierba curcumina reduce la inflamación, protege los hepatocitos (células hepáticas) y promueve la desintoxicación, que juega un papel clave en la lucha contra la hepatitis B. Al incluir la cúrcuma en tu dieta, mejorarás de manera natural las funciones de tu hígado.
- Cardo mariano: El cardo mariano es una hierba conocida como el “protector natural del hígado”. Contiene el ingrediente activo silimarina, que reduce la inflamación y apoya la regeneración de las células hepáticas. Además, tiene poderosas propiedades antioxidantes que ayudan en la lucha contra la hepatitis B.
- A pesar de que la hepatitis B no puede curarse completamente, la medicina moderna permite a las personas con infección por VHB llevar una vida normal, previniendo la progresión de la enfermedad.
Cuándo consultar a un médico
La consulta con un especialista es obligatoria si sientes un aumento de los síntomas como fatiga, náuseas, vómitos, aparición de ictericia, oscurecimiento de la orina y otros.
Si estás embarazada o planeas un embarazo, debes discutir medidas con el médico para prevenir la transmisión de la infección. Además, si aparecen nuevos síntomas además de los asociados, también debes acudir a un especialista para obtener ayuda.
Conclusión
La hepatitis B es una enfermedad viral grave que afecta al hígado. Puede llevar a complicaciones graves como una enfermedad inflamatoria crónica, cirrosis, carcinoma hepatocelular o insuficiencia hepática.
A pesar de que no puede curarse completamente, los métodos modernos de tratamiento con terapia antiviral y el consumo de suplementos naturales y hierbas para el hígado reducen significativamente la progresión de la enfermedad y llevan a una vida plena para los enfermos.
Preguntas frecuentes
¿De qué manera puedo infectarme con el virus de la hepatitis B?
Existen varias formas principales en las que se transmite el VHB: contacto sexual sin medidas de protección con un portador del virus, contacto con sangre contaminada (por ejemplo, al compartir navajas de afeitar), de madre a feto durante el embarazo o la lactancia, a través del contacto directo en niños.
¿Cómo puedo protegerme?
Existe una vacuna efectiva contra la hepatitis B que puedes recibir. También es esencial conocer las formas de infección y, respectivamente, aplicar medidas preventivas personales como el uso de medidas de protección durante el acto sexual, el uso de guantes y ropa de protección si eres trabajador de la salud, y otras.
¿Puedo curarme de la hepatitis B crónica?
No existe una cura completa, pero hoy en día la terapia de apoyo para la hepatitis con medicamentos antivirales y suplementos naturales (vitamina D, cúrcuma, omega 3 y cardo mariano) puede retrasar significativamente la progresión de la condición y protegerte de sus complicaciones, como el carcinoma hepatocelular, la cirrosis y la insuficiencia hepática.
1 comentario
Много полезна информация! Не знаех, че хепатит B може да протича без симптоми дълго време. Добре е хората да се изследват навреме.
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