Durante el embarazo, muchas mujeres revisan sus hábitos alimenticios y buscan formas seguras y saludables de mantener su buen estado. El té verde a menudo se percibe como una bebida beneficiosa, rica en antioxidantes y con múltiples beneficios potenciales para la salud.
Pero cuando se trata del período de embarazo, surgen preguntas sobre su seguridad, posibles limitaciones o riesgos para la madre o el feto.
En las siguientes líneas, examinaremos qué dice la ciencia sobre el consumo de té verde durante el embarazo y cuándo la moderación es de importancia clave.
Uso del té verde durante el embarazo
El té verde contiene cantidades significativas de compuestos bioactivos como catequinas, incluido el galato de epigalocatequina (EGCG), que muestran una fuerte actividad antioxidante. Aunque esto se considera positivo en circunstancias normales, durante el embarazo existen particularidades fisiológicas específicas que requieren mayor atención.
Hay datos de un estudio que indican que el consumo de té verde, especialmente durante el tercer trimestre, tiene un efecto positivo en el desarrollo intelectual del feto. Este resultado es bastante especulativo dado los avisos en la literatura científica sobre la posibilidad de alteraciones en el desarrollo del tubo neural debido a una menor absorción de folato por la acción de los galatos de epigalocatequina.
En cuanto al feto, la ciencia no dispone de ninguna evidencia de beneficios del té verde en el desarrollo del feto y, precisamente por esta razón, su uso en este período extremadamente importante se reduce a proporcionar un placer mínimo a la madre y un efecto estimulante.
¿Es seguro el té verde durante el embarazo?
Investigaciones científicas indican que el consumo excesivo de té verde puede reducir la absorción de ácido fólico, una vitamina clave durante el primer trimestre del embarazo, necesaria para el desarrollo adecuado del tubo neural del feto. Las catequinas en el té verde pueden inhibir la enzima dihidrofolato reductasa, involucrada en el metabolismo de los folatos.
En modelos experimentales con ratas, por ejemplo, se ha encontrado una reducción en el aumento de peso de la madre (que en humanos es un efecto a menudo buscado), pero también un peso significativamente reducido del feto, lo que es una premisa seria para la aparición de malformaciones.
Además, el té verde contiene cafeína, aunque en cantidades menores que el café. La ingesta de cafeína durante el embarazo está relacionada con un riesgo potencial de eclampsia, aborto espontáneo, bajo peso al nacer y otras complicaciones cuando se consume en cantidades superiores a los límites recomendados (200–300 mg diarios en total de todas las fuentes, aunque esta dosis está muy elevada según muchas fuentes). Nuestro consejo es no consumir más de 100 mg de cafeína al día durante el embarazo, y en el último trimestre reducir el consumo a 50 mg (una taza de café, si no hay problemas de presión arterial alta).
A pesar de la falta de datos sobre toxicidad a dosis bajas, las recomendaciones médicas aconsejan a las mujeres embarazadas limitar el consumo de té verde a 1–2 tazas diarias y evitar tomarlo junto con suplementos que contengan ácido fólico.
Ingesta recomendada y dosificación durante el embarazo
Nuestro consejo es dejar el té verde como una bebida que consumes excepcionalmente por su efecto estimulante y su agradable sabor específico, no más de una taza 1-2 veces por semana. Los beneficios del té verde para el feto son nulos, lo que hace que asumir incluso un riesgo mínimo sea una acción irresponsable.
Otra solución al problema de la absorción de folato es no consumir la bebida junto con los suplementos habituales: ácido fólico y hierro, característicos para las embarazadas, sino en un momento del día en que no haya un consumo inmediato de otros suplementos y alimentos importantes.
La ingesta de suplementos concentrados, como extractos secos o tinturas, es impensable: contienen niveles aún más altos de galato de epigalocatequina, lo que definitivamente no es seguro para el feto.
Efectos secundarios posibles
El consumo de té verde durante el embarazo, especialmente en cantidades mayores o en forma de extractos concentrados, puede provocar algunos efectos no deseados. El principal culpable es el contenido de cafeína, que, al exceder las dosis seguras, puede causar nerviosismo elevado, palpitaciones, insomnio y malestar estomacal. Las mujeres embarazadas son especialmente sensibles a estos efectos debido a los cambios fisiológicos durante el período gestacional.
Ya hemos comentado los riesgos para el feto con el uso prolongado y regular del té verde, pero vale la pena mencionar también que el té verde tiene un leve efecto diurético, que con un uso excesivo puede llevar a la deshidratación o pérdida de electrolitos, condiciones no deseadas durante el embarazo debido al peligro de contracciones uterinas.
Preguntas frecuentes
¿Es beneficioso el té verde durante el embarazo?
No hay beneficios probados para la mujer embarazada o el feto, distintos de la protección antioxidante habitual.
¿Es seguro consumir té verde regularmente durante el embarazo?
No, el consumo regular puede ser peligroso tanto para la madre como para el feto.
¿Implica riesgos el consumo de té verde para el feto?
Sí, el consumo regular de té verde durante el embarazo puede provocar defectos en la formación del tubo neural, como consecuencia de una absorción alterada de hierro y folato.
Fuentes:
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